Dos personas que se conocen sin querer. Dos personas que intentan juntar sus similtudes casi por obligación. Y no lo logran esas dos personas. Dos personas que desconocen su parada por prolongados meses que simulan ser cortos y concretos. Dos personas que juntan sus similtudes por asuntos del destino. Y gracias destino. Dos personas que comienzan a compartir esa parada y a ser llamadas ahora dospersonas. Una persona que, sin aviso previo, considera su época más feliz cuando era parte de ese llamado Dospersonas.